El club bonaerense, denominado oficialmente como Club Atlético Boca Juniors, nació en 1905. Su actual y popular indumentaria, que hoy conocemos, no fue la estrenada por el conjunto argentino que tuvo que ir desechando colores hasta que la fortuna eligió el azul y oro.
La primera equipación fue rosa, al igual que le ocurrió a la Juventus de Turín, un tono desechado rápidamente. Lo que motivó que dos de los cinco fundadores de la entidad, los hermanos Farenga, encargaran una nueva camiseta blanca con unas finas rayas negras que tampoco convenció. La alternativa elegida fue el celeste que no fue del agrado por otra circunstancia, ya que en un encuentro ante el Nottingham de Almagro coincidieron de indumentaria ambos conjuntos, lo que hizo que se volviera al blanco y negro.
En 1907 se tomó la firme decisión de llegar a un acuerdo definitivo con la vestimenta. No hubo consenso, por lo que dejaron que fuera el azar el que los eligiera. El método empleado fue el de acudir al cercano puerto a esperar el primer buque que llegara. La bandera de la embarcación sería el nuevo símbolo 'xeneize' (que significa genovés, hijo de Xena –Génova-, es un término que se aplica al equipo debido al origen italiano de los primeros habitantes del
El primer barco que atracó fue el Drottning Sophia, de nacionalidad sueca y de ahí viene la utilización del azul y amarillo (oro) en la primera casaca bostera. Inicialmente el amarillo era una franja diagonal que cruzaba el pecho, para definitivamente convertirse en una banda ancha transversal, que unas temporadas ha sido más ancha que otras.
El término bostero, otro de los apelativos de la institución, tiene su origen en la ubicación del actual estadio de fútbol del club, ya que en ese mismo sitio antes de levantarse el terreno de juego, había una fábrica de ladrillos, que para su elaboración utilizaba como material la bosta (heces) de los caballos.
La Bombonera, el hogar de Boca Juniors
Respecto al campo, que se le conoce popularmente como “La Bombonera”, hay muchas versiones para explicar el por qué se le conoce así. En una de ellas se cuenta que al arquitecto que diseñó el estadio, Victorio Sulsic, le regalaron una caja de bombones y cuando la abrió se sorprendió al ver el parecido con lo que él estaba diseñando.
Las viejas vigas vibran cuando el público comienza a brincar antes de la salida de Boca a la cancha, dicen que el temblor se siente en los vestuarios y que en realidad es el latido de la Bombonera. La pasión propia de un barrio en el que el tango y el fútbol van de la mano.
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